DIARIO DE CAMPO: Varsana Jardines
Ecológicos.
OBJETIVO:
- Reconocer las prácticas
culturales, los protocolos de comunicación, las creencias, los rituales,
en aras de cotejar lo expuesto en clase.
Fotografía tomada en el restaurante Govindas de Varsana Jardines Ecológicos
27 de Abril de 2014/ 9:14 a.m.
El día domingo 27 de Abril me levanté
siendo las 6:30 am para arreglarme y dirigirme hacia el municipio de Soacha
donde debía encontrarme con mis compañeros y con el profesor Carlos López de
la asignatura expresión oral. Hacia las 7:10 am Salí de mi casa y
parecía ser un día soleado, tome un taxi que me llevara a la Calle 80 con
Boyacá, donde el Papá de una compañera de Clase me recogería para trasladarnos
al lugar acordado.
Al llegar al Famoso puente principal de
Soacha, punto de encuentro tuve un impacto visual, ya que nunca en mi vida
había ido allí. El comercio que se maneja en dicho sector de la ciudad es muy
amplio y variado. Aquel puente es una terminal de donde salen las flotas
intermunicipales para los sitios aledaños por esa salida de la ciudad de
Bogotá. En dicho punto el profesor negoció el pasaje por 3.000 pesos hasta
Granada, Cundinamarca espacio al que nos dirigíamos para vivir, analizar y
recordar una nueva experiencia. Después de 25 minutos aproximadamente llegamos
a Varsana Jardines Ecológicos.
Eran las 9:10 a.m. cuando nos bajamos de
la flota, esperábamos al resto de compañeros y nos dirigíamos a entrar. Hacia
las 9:20 a.m.- 9:30 a.m. llegamos todos al espacio principal del templo
santuario como se conoce, este lugar consta de aproximadamente 10 hectáreas
donde se práctica la religión de los vaishnavas-conocidos como hare
krishna. “Varsana Jardines Ecológicos es el principal santuario de este credo
en Colombia”. El recibimiento de la comunidad Krisna estuvo a cargo de dos
hombres de la misma, la primera duda que tuve fue: ¿Por qué su vestimenta será
de color naranja?
A continuación, se presentan las dos
personas que nos acompañarían durante un recorrido de una hora y afirman como
introducción " este lugar es un estilo de vida alternativo, se cree que si
no se vive en la ciudad no se sobrevive, y no es así, la comunidad genera
recursos propios con productos orgánicos, la arquitectura es en materiales y
elementos naturales". Nos dividieron en dos grupos porque éramos bastantes
personas. Una de los hombres que haría el recorrido recibía el nombre de
Nithia, encargado del proyecto, se menciona que los espacios del templo eran
antiguamente territorio Muisca.
Hacia las 9:30 comenzamos el recorrido.
El grupo en el que me correspondió empezó el recorrido por el restaurante, que
recibía el nombre de Govinas, hacia bastante frío en Granada y sin duda la
naturaleza era la protagonista del momento. Es un restaurante vegetariano, es
completamente ecológico, cuenta con más de 100 menús distintos y es un
lugar bastante visitado. La arquitectura de las mesas y del espacio era completamente
en guadua, todo lo que se vendé y lo que se cultiva es buscando que la
alimentación este libré de la violencia. La dieta vegetariana transmite armonía
y serenidad.
El restaurante tenía varios carteles
que tenían mensajes y canciones de la cultura. Después de salir de aquel lugar
recorrido nos trasladamos hacia la huerta orgánica donde encontramos variedad
de cultivos, y su proceso es libre de químicos y fertilizantes, que son
los que generan las enfermedades de un gran porcentaje de la población. Allí se
observaba cultivos de duraznos, albahaca, calabacín italiano, hinojo, entre
otros.
El sonido de la naturaleza continuaba
acompañándonos en el recorrido al igual que el frío. Después fuimos hacia un
pequeño templo, donde nos contaban que la construcción de los diferentes puntos
de la comunidad había sido montada por voluntarios en una división de
trabajo y que dentro de esta, había arquitectos y maestros que planeaban
y trabajan para la construcción de los espacios. Sin embargo, contaba con un
grupo de personas externas de la comunidad Krisna que pican la piedra y afirman
“la construcción era bastante difícil de hacer, son construcciones
bastantes complejas”.
La construcción de los espacios se
caracterizan por ser cíclicos, ya que esta dimensión conlleva a que el cuerpo y
el alma tenga una tranquilidad, al igual la energía que proyecta el lugar. La
estructura hace que se genere un campo energético. Aquel lugar tenía una cúpula
que se compara con una construcción azteca. El sonido y las ondas de la voz no
se pierden ni generan eco alguno.
Todos los participantes de la comunidad
se despiertan hacia las 4 a.m. y a continuación como primera labor del
día hacen meditación y practican el yoga. La persona que nos dirige comenta que
al realizar estas acciones el cuerpo encuentra liberación y sanación. Ellos lo
ven como terapias que hacen parte de la medicina ancestral, generando alivio a
nivel mental y en muchas ocasiones esta práctica ayuda a encontrar
respuestas radicales que en la ciudad no es posible pensar. La práctica es para
todo tipo de persona, se realiza una práctica una vez al mes, donde el acceso
es sin restricción.
Después de nuestro ejercicio de yoga hicimos una caminata en el que observábamos un río, y nos trasladamos a un espacio adaptado para las personas que deciden convivir en el templo durante todo un día. El aspecto del baño fue algo que me llamo la atención porque en los lugares que los he visto es en ambientes muy rurales. Los “sanitarios” eran dos baldes con una caneca al lado llena de aserrín, y es extraño que en ese punto el guía no haya tenido una explicación de este espacio, ya que las necesidades humanas son de la misma importancia que los demás aspectos comentados durante el recorrido.
En todo el país la comunidad cuenta con 3 sedes en la Sierra Nevada de
Santa Marta, 1 en Córdoba y en otro lugares del país. “Pertenecer a la
comunidad no significa tener que abandonar la familia, los estudios, los
caminos propios, las práctica anteriores, este estilo de vida es muy abierto”.
La cultura del yoga es muy respetuosa de todos los caminos espirituales a los
que ya se hayan pertenecido anteriores a esta o de manera genuina.
Seguimos el recorrido y nos encontramos con unas imágenes hechas en
piedra en representación a cuatro animales específicos donde se observaba, el
caballo, el elefante, y otros dos que no recuerdo explícitamente. En uno de
estos había la posibilidad de entrar y sentir esa sensación de encierro, donde
no fue una experiencia agradable.
Finalmente, en el recorrido llegamos a la parte más interesante
personalmente, donde se menciona a los niños y la mujer dentro de esta
comunidad. El espacio que se tiene para los niños es llamado como la escuela donde plantan, comen y empiezan a pertenecer a la cultura realizando
las actividades básicas que los involucra a esta.
En este tipo de cultura, nos contaban el papel que la mujer cumple en la
misma, se dice que la mujer es como el trato que cada quien debe tener no
importa el vínculo, sea hermana, tía, amiga. Toda mujer debe ser vista como su
madre ya que ella es vínculo de fé, no se pueden tener relaciones sexuales si
no contraen matrimonio resaltando que las relaciones son únicamente para la
reproducción de la familia, no se ve como una necesidad básica del ser humano y
llegaría a verse como irrespeto.
“Después de estar dentro de la cultura las relaciones pasan a ser como
un segundo plano, porque la meditación y el yoga es lo que más lo mantiene
vivo”.
Como
conclusión y reflexión ante la comunidad se dice “no importa la elección que se
tome ya sea monástica o con su familia pero se tienen que tener las costumbres siendo
vegetariano y participar de las actividades de la comunidad como estilo de vida.
Siendo
las 11:54 a.m. a terminado el recorrido
y en la plazoleta principal a donde llegamos a las 9:20 a.m. se encuentran
diferentes exhibiciones de la cultura, accesorios, comida, ritos y es allí
donde finaliza la actividad, con la oportunidad de quedarnos y presenciar el
rito que hacen con una duración de 15 minutos dentro del templo principal,
donde el ingreso es en medias, por respeto . Es allí donde se vive y se siente
la energía de la comunidad, donde nos muestran quien es su Dios y un poco de la
manera cómo viven día a día.
Yo
no presencie el ritual, salí pase la carretera con una compañera de clase,
cogimos una flota que nos cobró 5 mil pesos y fue así como de nuevo volvimos a
la realidad, Bogotá D.C., 2 horas de trancón para poder llegar y hoy acá
contando esta buena y agradable experiencia.
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